Se abrían las ventanas sobre un césped de ensueño
enredadas entre los cursos de agua
al calor de ladrillos salvajes
remojándose en el vino
los espesos triunfos de los ponientes divididos
pronto el dolor no será mas viviente
y el último resplandor y rubor se extinguirán
y la dura amistad de un muelle en tensión
unía a su sombra –yo era solo su sombra-
….
Tristan Tzara
….