Y si sólo por esta vez nos abandonáramos a la suprema indiferencia
que es estar simplemente donde sucede que estamos...
Paul Auster, "Espacios Blancos".
Todos estos colores ahora que está empezando a caer la noche
me recuerdan una mañana de sol furioso
hace muchísimo tiempo sobre el espigón en la playa
y los reflejos de oro sobre el mar como un estampado búlgaro
difícil distinguir las siluetas de los bañistas de las amebas doradas
y un barco perdiéndose allá por el fondo,
cuando todo parecía algo de lo que yo no formaba parte
la noche era un animal utópico deshilachándose en mi fantasía
imponiendo su vuelta a este lugar, como el final de una partida
en un juego de naipes en blanco, un juego de reglas desconocidas
una mañana sin relámpagos ni tormentas, casi sin naufragios
como una palabra extraviada
una nívea planicie al abrigo de la muerte:
el conjuro del tiempo con colores que yo ni siquiera soñaba.
Fotografía "Montreal Night" de Wolfang Ø. Larsen
El poema "De la luz" de Edgardo