Juan Nadalino nos regaló este genial dibujo, que nos hizo pensar en Henri Bergson:
"Si la realidad pudiera ponerse en contacto directo con la conciencia, si pudiéramos entrar en comunión directa con las cosas y con nosotros mismos, quizás el arte sería inútil, o más bien todos seríamos artistas; pues entonces nuest
ro espíritu vibraría continuamente en acorde
perfecto con la naturaleza".
Para mencionar sólo una parte de la extensísima lista:
Van Gogh
La defensa de la anécdota
Orfeo
Don Quijote
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